viernes, 28 de febrero de 2014

El barco cruza océano y noche.
Apenas el reflejo de la perilla
saltando de ola en ola.
Apenas roba su sombra 
estrellas al horizonte
Apenas la estela encendida
un instante y luego de nuevo sumida.

En 360º ni verde ni roja ni blanca.
Ni mancha en el radar
Ni llamada en la radio.

Apaga su luz, su radar y su radio.
Ahora no existe.
Y es hermoso no ser nada en esta burbuja
sentirse ola que rompe sola contra el aire,
cabrilleo que nadie ve:
Otro porquesí

Como el viento que lo empuja por la aleta

hacia su puerto.